El Decálogo del asesor en Comunicación

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El Decálogo del asesor en Comunicación

Desde los tiempos de Moisés en el monte Sinaí, y por alguna extraña razón (¿quizás el hecho de que los humanos tengamos 10 dedos en las manos?), los decálogos son un muy popular formato para dar consejos (en el caso del más que susceptible Yahvé del Antiguo Testamento, órdenes taxativas).

Como todos los expertos también lo aconsejan en estos tiempos digitales, aquí va mi particular lista de 10 recomendaciones para quien trabaje en este peculiar gremio de la asesoría en Comunicación Corporativa.

1.   La empresa para la que trabajas es quien remunera tu labor, pero tu verdadero cliente (ese que -como Yahvé– siempre tiene la razón) son los medios de comunicación.

2.    Los periodistas no siempre tienen tiempo para atenderte y, ciertamente, no podrás ser en todos los casos su prioridad número uno. Así que, si no tienes éxito en primera instancia, no insistas más de lo debido. No seas pesado.

3.   Intenta siempre -además de cumplir con el objetivo de difundir noticias sobre la entidad para la que trabajas- ser de utilidad para quienes se ganan la vida informando.

4.  Pero sin ser pesado.

5. En función de para quién trabajes, ten claros los criterios en cuanto a destinatarios prioritarios, pero no desprecies a nadie: hasta el medio más modesto tiene su audiencia.

6.  Aunque tu agenda esté a tope, trata siempre de ayudar a los informadores cuando que te lo soliciten.

7. A la hora de enviar información, intenta no aburrir (aunque, para qué vamos a engañarnos, no siempre lo consigas).

8.  Trata de simplificar los contenidos complejos (siempre y cuando tú mismo los entiendas).

9.   Intenta que la información que difundes aporte algo original.

10. Y, sobre todo, recuerda: NO SEAS PESADO.

En conclusión: sí, lo has entendido bien, han de visualizar a los medios de comunicación como algo muy parecido a ese ser caprichoso e irascible que observaba desde las alturas al pueblo hebreo en su travesía del desierto. Así que ojo con importunarle para no desatar su ira. Pero recuerda que también puede dividir para ti las aguas del Mar Rojo…