Un ejemplo de Estrategia de Comunicación cuando menos sorprendente

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Un ejemplo de Estrategia de Comunicación cuando menos sorprendente

El pasado día 1 de julio, un despacho de la agencia Europa Press daba cuenta de la que podría considerarse una de las noticias económicas del año en Euskadi: el anuncio de una inversión de 1.000 millones de euros por parte de una empresa bilbaína para la puesta en marcha de cinco plantas de “hidrógeno verde” en un plazo de ocho años. La primera de dichas plantas, además, deberá ser operativa en breve (2023), en un emplazamiento en su día muy polémico, como es la central de ciclo combinado de Bizkaia Energia SL, ubicado en la localidad de Amorebieta-Etxano.

Con todos estos elementos, la información tenía tenía los ingredientes para convertirse en noticia, de modo que no es extraño que diversos medios de comunicación -tanto impresos como digitales, tanto generalistas como especializados en el sector de la Energía– se hicieron eco de ella.

Noticia, por lo demás, aparentemente muy positiva en casi todos sus aspectos (inversión, creación de riqueza y empleo, proyecto ecológico y sostenible…). Pero cuya estrategia de comunicación ha dejado en cambio, en mi modesta opinión, mucho que desear. Demasiados interrogantes, inconsistencias e incongruencias. Que, si no se les pone remedio, pueden poner en entredicho el proyecto.

La primera y más sorprendente decisión es hacer pública la noticia de una inversión de 1.000 millones a través de lo que parece una nota de prensa enviada a una agencia de noticias. Comunicaciones desde luego mucho menos relevantes en cuanto a volumen de inversión y destino de la misma son objeto habitualmente de la comparecencia pública de sus máximos responsables, que responden en rueda de prensa a las preguntas de los periodistas convocados al efecto.

No menos sorprendente es el hecho de que la empresa responsable de la inversión, HyFive, con sede en Bilbao, se de a conocer a la opinión pública con motivo de esta noticia; que no se haya publicado ningún antecedente de su existencia; y que no se explique quiénes son sus accionistas, cual es su capital social y su actividad principal, por cuántas personas está formada su plantilla, de dónde proceden sus recursos, cuáles son sus planes y objetivos

A estas alturas, supongo a nadie sorprenderá el hecho de que el despacho de agencia en ningún momento cite a ningún portavoz con nombre y apellido, y que la información se refiera en todo momento como fuente a “la empresa”.

Esta peculiar estrategia informativa acerca de una noticia milmillonaria ha pillado por sorpresa también a una fuente generalmente tan bien informada como el algoritmo de Google: la búsqueda “HyFive” arroja como primer resultado una firma británica de venta a distancia de productos para el hogar (accesorios de jardinería, colgadores de ropa, hamacas… ). Alguien no ha hurgado demasiado en los secretos del SEO, porque HyFIVE es también el nombre de un proyecto europeo (esta vez sí relacionado con el hidrógeno y las pilas de combustible para automoción); de un bar-restaurante de comida rápida de Canmore, en la provincia canadiense de Alberta; un proyecto de investigación alemán sobre nuevos métodos y procesos de construcción naval; y hasta la denominación de una semilla de cebolla tardía. La lista puede alargarse en función de la paciencia del internauta, pero lo que está claro es que dar con la página web de la novedosa compañía vasca es realmente complicado. Mucho más que, sin ir más lejos, localizar los precios del menú en el modesto restaurante canadiense homónimo.

Si uno persevera y añade aleatoriamente nuevos términos de búsqueda acabará, no sin dificultad, por encontrar la web https://www.hy5ive.com, que vuelve a ser una caja de sorpresas: empezando por su propia URL -que cambia la «F» por un 5 y la convierte en ilegible, probablemente por tratarse de un dominio ya registgrado- y siguiendo por un logotipo que inserta un 2 entre la H y la Y (quizá en referencia a los dos átomos de hidrógeno que contiene el agua en su fórmula molecular, aunque la letra H no requiera de ningún dígito adicional para simbolizar el elemento químico). Por lo demás, toda la información aparece únicamente en inglés, lo cual puede considerarse relativamente aceptable. Pero lo que no lo es tanto es que la información acerca de los mil millones no haya merecido el honor de aparecer en la sección de “News”, donde sí se registra en cambio en enlace a una noticia publicada el pasado 3 de diciembre en un semanario local de Amorebieta. En aras a la brevedad, señalaremos únicamente que en esta pieza sí se mencionan claramente compañías implicadas e impulsoras del proyecto que sí constituyen una referencia cercana y relevante, como Sener, Nortegas o Bizkaia Energia. Un tanto a anotar, por cierto, en el casillero de primicias de los compañeros del semanario local amorebieta.com.

Sería largo y tedioso detallar más inconsistencias en cuanto a accesibilidad y contenidos de la web corporativa. Pero, volviendo al comunicado distribuido por la agencia Europa Press, no deja de sorprender que no se explique con un mínimo de detalle cómo es posible conseguir «hidrógeno verde” -es decir, obtenido a partir de fuentes renovables– desde una central de ciclo combinado alimentada con gas natural -un hidrocarburo que emite CO2 y que no es desde luego inagotable-.

En resumidas cuentas, y poniendo por delante que cada cual es muy libre de establecer la estrategia de comunicación que le parezca más oportuna, se diría que en este caso lo que ha ocurrido es que no ha existido una estrategia de comunicación en absoluto. Y eso es lo realmente llamativo, cuando en este caso se dispone de elementos de considerable valor informativo para su traslado a la opinión pública.