Si estás cerca eres más noticia

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Si estás cerca eres más noticia

A la hora de considerar las posibilidades de lograr un mayor impacto de nuestro mensaje en los medios de comunicación, no está de más aprovechar las ventajas de la cercanía… y considerar las dificultades de la lejanía. Los periodistas siempre considerarán prioritario lo más cercano, aquello con los que sus lectores-oyentes-televidentes puedan establecer una relación de cercanía, de familiaridad incluso. El «héroe local» contará siempre con un plus de interés infrmativo frente a cualquier otro protagonista que, con iguales o mayores méritos, sea ajeno a la comunidad de receptores de la información. Se trata de un elemento importante a considerar, que refuerza la idea de que la elección de los receptores del mensaje es tan importante como el propio mensaje.

A este respecto, un estupendo ejemplo de la «conexión local» que requiere casi siempre la noticia lo encontramos en una escena de la película «The Paper» -que aquí titularon «Detrás de la noticia» en lugar del original «El periódico«-.

Dirigida por Ron Howard en 1994 e interpretada en sus principales papeles por Michael Keaton, Glen Close y Robert Duval, no es un título especialmente recordado, aunque personalmente pienso que se trata de uno de los más fieles reflejos de lo que podía ser la redacción de un periódico en la era pre-Internet. Con una sabia mezcla de comedia y drama, relata una jornada especialmente movida en un periódico neoyorquino, ambientada en los cuatro principales escenarios en los que se mueve un diario: la redacción, los despachos, el taller y la calle.

La escena a la que me refería es uno de los «consejillos» -así los llamábamos por aquí en aquel entonces- que reúnen a los jefes de cada sección y al director del periódico para chequear la actualidad y decidir los contenidos prioritarios por los que apostará el diario para su portada. Tras pasar revista al crimen que agita a la ciudad y a la política, los reportajes o las finanzas, el director cita a la responsable de Internacional para que «cante» sus temas-estrella.

«Terroristas hacen estallar un restaurante en París, matando a cinco personas, ninguna de Nueva York«, anuncia la redactora, y sigue con tono cansino: «Un ferry naufraga en las Filipinas, 300 ahogados, ninguno de Nueva York. Ha habido un violento golpe de estado en Baréin…«. En ese momento es interrumpida por el resto de los presentes, que gritan a coro: «¡Ninguno de Nueva York!«. Tratando de acallar la burla de sus compañeros, llama su atención con el siguiente matiz: «Del que han sido testigos… Del que han sido testigos DOS personas de Long Island«.