Leo en http://www.topcomunicacion.com/noticia/7198/comunicacion-de-crisis-ejemplo-caso-volkswagen (boletín de la Asociación de Directivos de Comunicacion españoles DIRCOM) un análisis sobre el caso VolksWagen -la quintaesencia del gabinete de crisis en una gran corporación- a cargo diversos expertos en la materia. Sin querer enmendar la plana a los expertos, no acabo de ver muy claro su «veredicto» desde el punto de vista de la comunicación. Admito que la situación es peliaguda, pero cuando te pillan con las manos en la masa, acaso la mejor salida (¿la única?) sea la muy gráfica explicación del primer directivo de la firma automovilística germana en los EE UU, (ver post del 22 de septiembre):
“We totally screwed up” (“La hemos cagado por completo“)
En otras palabras: nada de templar gaitas, empezar por admitir los hechos. Lo expresó muy bien un muy mal estudiante de latín, que tradujo el «Cogito ergo sum» («Pienso, luego existo») de Descartes por algo que pudiera ser de aplicación en este caso: «Me cogieron, luego soy».
P.S.: Hay que decir que el fallido latinista reforzaba su peculiar interpretación del idioma de Virgilio con un comentario añadido, «palabras pronunciadas por Nuestro Señr Jesucristo en el huerto de los olivos», según recogía el catedrático Luis Díez Jiménez en su «Antología del disparate«, uno de los más recordados best-sellers de los años 70 del siglo pasado para la gente de mi generación.