Esa parece la conclusión de un estudio llevado a cabo recientemente por Kantar Media y el Instituto Reuters para el estudio derl Periodismo, de la Universidad de Oxford. Con datos recogidos en cuatro países: los EE UU, el Reino Unido, Alemania y Brasil. Un trabajo que apunta a conclusiones como éstas:
Los editores pueden beneficiarse de los problemas de Facebook
El informe sugiere que el sector de los medios de comunicación comienza a vislumbrar una renovada confianza por parte de su clientela en las cabeceras clásicas frente las noticias que ofrecen las plataformas distribuidas. Aún así, el desafío para los editores es determinar cómo conectar con las audiencias al mismo tiempo que se pasa de plataformas abiertas a cerradas, al tiempo que desarrollan propuestas de valor financieramente viables. Al mismo tiempo, las cabeceras clásicas podrían contribuir a evitar el contagio de noticias falsas en plataformas cerradas como WhatsApp.
La tesis es interesante, el problema es que los paradigmas parecen haber dejado de existir: nadie puede asegurar que en un año, unos meses, unas semanas… ¡o en días! Facebook vuelva a remontar en las encuestas de prestigio, o que desaparezca y sea sustituido por otra red social más trendy, o que aparezca una nueva plataforma para compartir información en la red, o que el colapso de los medios de comunicación tradicionales se precipite, o que encuentren una solución imaginativa que les vuelva a poner en el centro de la cancha informativa… Y cualquiera de esos escenarios -volvemos al loop- tendrá probablemente una fecha de caducidad de meses, semanas, días…
Un resumen (en inglés) y enlace para descargar el estudio en su integridad em este enlace.