«Tristes tiempos estos en los que hay que luchar por lo que es evidente». Es la cita más conocid del dramaturgo suizo Friedrich Dürrenmatt. Y parece el espíritu que anima la última campaña publicitaria de «The New York Times«, uno de los grandes mitos de la profesión periodística en los Estados Unidos y, por extensión, en el resto del mundo.The Gary Lady (la Dama Gris), sobrenombre del diario entre sus lectores, ha decidido lanzar una campaña publicitaria, la primera en 10 años, y estará presente en la ceremonia de los Oscar con este spot:
Huyendo de la imaginería espectacular al uso en el medio publicitario, los responsables del diario han optado por el «negro sobre blanco», simples frases escritas y pronunciadas por voces diferentes sobre un fondo inmaculado. Una serie de afirmaciones que se inician con un «La verdad es que nuestra nación está más dividida que nunca«, seguida de otras que van desde el trumpismo más simplista («La verdad es que una mujer debería vestir como una mujer«) hasta su correspondencia en la versión más liberal del espectro polìtico yanki («La verdad es que los derechos de las mujeres son derechos humanos«). Frases y voces se van acelerando y confundiéndose hasta desembocar en el silencio y la pantalla en blanco. El spot concluye una sentencia final que se construye en cuatro pasos, acompañados por otras cuatro simples notas de piano
La verdad es difícil.
La verdad es difícil de encontrar.
La verdad es difícil de saber.
La verdad es más importante ahora que nunca.
La batalla del Times de Nueva York y de otros muchos medios de comunicación norteamericanos con su presidente está servida, y habrá que ver cómo evoluciona. Y se enmarca en el auge de la Posverdad, esa curiosa manera de informar en la que los hechos objetivos son la última variable a considerar.