El semanario satírico francés Charlie Hebdo, mundial y tristemente famoso por el atentado del 7 de enero de 2015, se ha metido en un jardín. Se diría que sus responsables tienen un problema de comunicación. Con sus lectores y con quienes no lo son.
En su edición del 31 de agosto, una viñeta firmada por Félix ofrecía una cuando menos cuestionable «visión humorística» del terremoto que asoló el centro de Italia el pasado 24 de agosto, provocando casi 300 muertos. El dibujante tuvo la ocurrencia de comparar la catástrofe con la gastronomía italiana: bajo la denominación «Seísmo a la italiana», rotuló tres imágenes de muertos y heridos como «pennes en salsa de tomate», «pennes gratinados» y «lasagnas».
Las reacciones no se han hecho esperar, el canal Euronews habla de que la presunta broma ha herido profundamente a los italianos (pero no solo a los italianos), en esta crónica de un minuto (en francés):
A la vista de las reacciones, la publicación ha optado no por disculparse de alguna manera, sino de hurgar en la herida, de «sostetenella y no enmendalla«, con una segunda viñeta -en esta ocasión firmada por Coco-, en la que es de nuevo una víctima caricaturizada la que se dirige a los italianos con toda una declaración de responsabilidades: «No es Charlie Hebdo quien construye vuestras casas, sino la Mafia«.
Hasta el embajador francés en Roma ha tenido que intervenir, y el alcalde de la población de Amatrice, una de las más afectadas, ha sido contundente: «Constituye una ofensa, especialmente para todos los italianos que escribieron ‘Yo soy Charlie’. La sátira debe remover sentimientos, pero una sátira sobre una tragedia que ha afectado a un país entero y al mundo es brutal«.
Mucha de la gente que expresó su apoyo incondicional a los humoristas que sufrieron la ira del fanatismo terrorista de inspiración islámica se han rebelado contra el exabrupto, y han creado los hashtag #jenesuispascharlie o #IononsonoCharlie.
Los propios responsables de la publicación no parece que estén especialmente orgullosos de su actuación, puesto que en la web del semanario es difícil rastrear las más mínima referencia al caso. Tan solo en su cuenta de Facebook https://www.facebook.com/pages/Charlie-Hebdo-Officiel/106626879360459 hay una entrada del 2 de agosto que recoge la «auto-réplica», sin mayores comentarios que una traducción del texto de la viñeta al italiano.
Queda claro que una víctima, por el mero hecho de serlo, no tiene -no debería tener- carta blanca para conducir las opiniones de quienes en algún momento hayan mostrado su solidaridad.
Eso sí: Charlie Hebdo tiene todo el derecho del mundo a expresarse (y, en este caso, a ponerse en evidencia). A este respecto, conviene traer a colación una cita de Voltaire que tiene varias versiones, aunque la más radical -y la más hermosa- es la que dice: «»Aborrezco vuestras ideas, pero moriría luchando por vuestro derecho a expresarlas«.