¿Es un pájaro? ¿Es un avión? No, más bien parece el coche de James Bond. Y da la impresión también de que tiene un serio problema la hora de transmitir noticias a los medios de comunicación.Con fecha 26 de septiembre de 2018, numerosos periódicos, agencias de noticias, televisiones y webs más o menos conectadas con el mundo del Motor han difundido por el mundo una noticia que parece sacada de las fantasías de Ian Fleming y su Agente 007: Terrafugia, una empresa creada a partir del sueño visionario de algunos licenciados del MIT de Massachusetts, y adquirida en 2017 por capital chino, «comenzará a vender en octubre coches voladores«.
Cuando se está acostumbrado a que la irrupción en el mercado de productos mucho menos revolucionarios venga precedida por masivas, deslumbrantes y reiterativas campañas de marketing, sorprende que la noticia sobre el primer utilitario capaz de despegar no venga acompañada de más fuegos de artificio. Y, aunque es difícil reconstruir con exactitud la «trazabilidad» de la información, da la impresión de que todo procede de un despacho de la agencia china de noticias Xinhua, que puede leerse (en inglés) en este enlace. Básicamente, el anuncio se refiere a la fase de pre-ventas (que no de distribución real) de un vehículo del que solo se dice que es «híbrido», y del que no se anuncia siquiera un precio orientativo. Se citan como fuentes a Chris Jaran, CEO de Terrafugia, y a Geely Auto Group, el gigante chino de la automoción que compró la firma norteamericana, como antes había hecho con dos marcas legendarias como la sueca Volvo y la británica Lotus.
El despacho de Xinhua no incluye fotografías o video, pero los medios que han «rebotado» la presunta primicia la han ilustrado con espectaculares imágenes. La más llamativa es probablemente este mini-reportaje en la que un americano medio con aspecto de estar libre de toda sospecha sale de su garaje, rellena el depósito y se dirige con toda naturalidad al aeropuerto, para despegar sin pasar por la molesta terminal y el Check In:
El problema es que la película en cuestión data del año 2013. El segundo problema es que la web de la empresa fabricante incluye exclusivamente «renders» y recreaciones 3D, y ninguna imagen real, y que la última novedad incorporada a su sección de noticias -el 28 de agosto- es la del alquiler de un espacio de algo más de 600 metros cuadrados para instalar un hangar y una pequeña oficina para 10 empleados en el aeropuerto de Nashua (condado de Hillsborough, New Hampshire). El tercer problema es que las webs de Geely también ignoran por completo que una de sus filiales esté a punto de revolucionar el universo del Transporte.
En cuanto a Chris Jaran, su última aparición mediática antes de su mención como fantasmagórica fuente por la agencia de noticias china es una entrevista emitida en mayo de este año en Bloomberg Technology TV:
En la que explica que contarán con un prototipo en 2019, y que deberían disponer de coches voladores en el mercado … en 2023.
En el contexto de superabundancia de Fake News, trols por doquier, posverdades e intoxicaciones de todo tipo, uno no sabe muy bien a qué carta quedarse en cuanto al origen de esta peculiar historia. El responsable de Comunicación de Terrafugia no debe estar especialmente contento, sino más deseoso de hacer honor al nombre de la compañía (derivado del latín, y que podríamos traducir como «escapar de la tierra»). Y, para más inri, sabe Dios si la reciente -y muy insistente- inquina chinófoba de Mr. Trump afectará de alguna manera a esta compañía pionera norteamericana manejada en la sombra por el gigante asiático.
Entre tanta duda, y desde un punto de vista estrictamente periodístico, da la impresión de que alguien cometió un primer error, y un sin número de medios de comunicación lo han repetido hasta la saciedad sin molestarse en verificar su autenticidad.
No hacía falta viajar a Hangzhou o a Massachusetts: solo teclear terrafugia.com/ o http://global.geely.com.