El año 2021 ha registrado un aumento significativo en la utilización de gas natural licuado como combustible marino. En la ruta hacia la descarbonización del transporte marítimo, la demanda de barcos propulsados con GNL ha alcanzado un nivel récord, al tiempo que las infraestructuras para su
aprovisionamiento a través del bunkering siguen creciendo a buen ritmo. Y es que el gas natural, ya sea en su forma líquida tradicional o en las novedosas y prometedoras versiones bio o sintético renovable, presenta incuestionables ventajas ambientales, y constituye la mejor y más accesible alternativa a otras fuentes de energía más contaminantes.
Reportaje publicado en el último número de la revista «Gas Actual«, que edita la Asociación Española del Gas (Sedigas).