La preocupación por la calidad del aire y por las consecuencias
del cambio climático han posicionado al gas natural como el
combustible más competitivo para afrontar la actual etapa de
transición hacia un sistema energético bajo en carbono. Viviendas
unifamiliares, urbanizaciones, empresas y administraciones
públicas están apostando por una alternativa que es, además,
competitiva en precio y capaz de ofrecer altos estándares de
confort, comodidad, seguridad y fiabilidad del suministro.
Reportaje publicado en el último número de la revista «GAS ACTUAL», que edita la Asociación Española del Gas-Sedigas (nº157, Octubre-Diciembre 2020).