Una nueva y excitante batalla en el mundo de la Comunicación: la ONG norteamericana CfA (Campaign for Accountability, algo así como «campaña por la transparencia») ha difundido recientemente un informe en el que denuncia que Google ha financiado desde 2005 centenares de trabajos de investigación orientados a influir en la opinión pública, en los políticos y en los gobiernos en favor de sus intereses. La organización ha puesto en marcha una iniciativa denominada Google Transparency Project que pone en su punto de mira al popular buscador de las seis letras multicolores.
Cfa, que entra en la categoría de lo que en inglés se denomina una «watchdog organization» (organización «perro guardián», que se suele asociar sobre todo al periodismo de investigación) denuncia que la compañía de Larry Page y Sergey Brin reclutó académicos de algunas de las universidades más prestigiosas del mundo (Oxford, Harvard, el MIT, Stanford…) para defender sus intereses comerciales.
Expertos en diversos campos del saber que habrían recibido como compensación cantidades que irían desde los 4.300 a los 350.000 euros, y -lo que es más preocupante- en un 26% de los casos no habrían revelado sus fuentes de financiación. Y es que, según CfA, los caminos del Sumo Hacedor no son más inescrutables que los del motor de búsquedas más utilizado del planeta, que usa tanto la vía directa como la indirecta de los grupos o instituciones afines para financiar a académicos dóciles.
«Cherchez la femme«, decía el tópico detectivesco a la hora de encontrar el móvil de cualquier crimen, y probablemente «buscad al financiador» resulta una frase mucho más acertada cuando se trata de analizar las conclusiones de más de un sesudo análisis, informe o hasta tesis doctoral. Alphabet, la casa matriz de Google, ingresó el año pasado 90.270 millones de dólares. En abril de este año superó por primera vez los 600.000 millones de dólares en capitalización bursátil, y constituye la segunda compañía del mundo por su valor en el mercado de valores, solo superada por Apple.
El máximo responsable de CfA, Daniel Stevens, ha declarado que «los reguladores deben ser conscientes de que el trabajo legal y académico supuestamente independiente en el que confían ha sido financiado por Google». El informe denuncia que el número de estudios financiados por esta compañía «aumentó durante los períodos en que su modelo de negocio estaba bajo la amenaza de los reguladores y cuando surgieron oportunidades para impulsar nuevas regulaciones sobre sus competidores».
El informe completo de CfA está disponible en este enlace. En su declaración de principios, Google Transparency Project demuestra ciertamente que no forma parte del club de fans de la emblemática empresa norteamericana: «Google ha estado entre los más firmes defensores de la transparencia y la apertura, tanto en la escala gubernamental como en la de las grandes empresas y la sociedad en general, pero no se somete a sí misma al mismo nivel de transparencia. A pesar de sus continuos llamamientos a otros para que faciliten información, la compañía es tremendamente opaca en cuanto a sus propias operaciones y a sus relaciones con el gobierno. Desde sus relaciones con funcionarios electos o designados hasta sus operaciones como grupo de presión y sus políticas públicas, los norteamericanos conocen sorprendentemente poco acerca de cómo Google consigue lo que quiere de su Gobierno«.
Irónicamente, uno puede encontrar constancia de la denuncia y de su repercusión a través del propio buscador denunciado. Pero la reacción del gigante de Internet no se ha he hecho esperar: Leslie Miller, directora de Políticas Públicas de la compañía, ha hecho pública su respuesta en el blog corporativo https://www.blog.google/. Al más puro estilo Darth Vader, aunque problamente sin su característica voz metálica, no se muerde la lengua, tira con bala y da nombres:
«Lo irónico de discutir sobre ocultamientos y transparencia con la CfA reside en que este grupo ha rechazado en reiteradas ocasiones señalar qué empresas lo financian (…) El único conocido es Oracle, que lleva a cabo una bien documentada campaña de lobbying contra nosotros (…) Oracle no está sola, se puede encontrar fácilmente actividad similar por parte de empresas y organizaciones financiadas por competidores nuestros, como AT&T, el MPAA, ICOMP, FairSearch y docenas más (…) Nosotros estamos orgullosos de nuestros programas y de su integridad. Está claro que la CfA y sus financiadores no lo están de los suyos«.
P.D.: Uno sospecha, en cualquier caso, que muchos de los integrantes de la CfA serán, a la vez que descarnados críticos de Google, compulsivos usuarios del buscador y de su mágica caja de herramientas… al igual que la mayoría de los internautas. Al fin y al cabo, Luke Skywalker, Han Solo y el resto de la tropa de la Alianza Rebelde no le hubieran hecho ascos a la Estrella de la Muerte si hubiesen estado ellos a los mandos. El inmortal Goscinny lo dijo de otra forma, y lo puso en boca del Gran Visir Iznogud: