La crisis catalana está teniendo mucho de batalla mediática, la comunicación está jugando sin duda un papel fundamental desde cada una de las dos trincheras. El aristócrata y político británico Arthur Ponsonby dijo aquello de que «Cuando se declara la guerra, la verdad es la primera víctima». Afortunadamente no estamos hablando de un conflicto bélico, pero si uno repasa contenidos de periódicos, emisoras de radio y televisiones a lo largo de las últimas semanas, no resulta difícil encontrar ejemplos de groseras manipulaciones.
Lo curioso es que parece que los publicistas -esa especie simbiótica con la que necesariamente conviven los periodistas- son los que parece que han recogido el testigo en el rifirrafe dialéctico. Primero fue la iniciativa «Parlem?«, promovida por una agencia de publicidad. Le siguió el video «Viajando se entiende la gente», a cargo de una web especializada en la búsqueda de ofertas turísticas.
Hoy es Byhours, una aplicación para la reserva de hoteles, la que ha contratado una página de publicidad completa en el diario El País. La reacción ha sido inmediata ha corrido a cargo de una empresa fabricante de maletas:
Al tiempo que Byhours seguía sacando punta a su mensaje con un nuevo tweet y una encuesta:
Llegados a este punto, la cuestión a dilucidar es: ¿Nos hallamos ante una iniciativa bienintencionada o ante una estrategia comercial?
Por si sirve de orientación, el coste de una página de publicidad en El País supera los 50.000 euros.
