La sobre-exposición de la crisis catalana en los medios de comunicación es seguramente un fenómeno a estudiar con cierta calma. Pero, independientemente de que la cobertura haya sido adecuada o excesiva, creo que sus efectos colaterales los hemos percibido en mayor o menor medida la mayor parte de quienes nos dedicamos a la comunicación, incluso cuando nuestro ámbito de actuación está alejado geográfica y argumentalmente de la controversia soberanista.
El boletín Top Comunicación incluye hoy un breve y a mi juicio atinado comentario al respecto, que firma Silvia Peñalver, directora de Comunicación y PR de QUUM Comunicació.