Sí, esto TAMBIÉN es comunicación, pero de la más baja estofa: tenemos en la retina la imagen de cafres descerebrados degollando al prójimo, y de las ruinas Palmira vueltas a arruinar por los mismos encapuchados. Pero no vemos imágenes de los cadáveres de los doctores y sus pacientes que caen bajo las bombas en los hospitales. Continua, regular, sistemáticamente.
No hay error posible cuando, en promedio, una instalación médica apoyada por #MSF fue bombardeada cada semana en #Siria durante 2015 y las primeras seis semanas de 2016. Bombardear hospitales es una táctica de guerra por parte de seres aparentemente humanos, laicos y tan civilizados que tienen cazabombarderos extraordinariamente precisos para alcanzar sus objetivos. En la guerra de Siria, los cazabombarderos están solamente en uno de los lados, no hay duda posible acerca de quién los utiliza.
(Fotografía: la mano de una víctima enterrada bajo los escombros de un hospital de la provincia de Idlib, alcanzado por un ataque aéreo de la aviación rusa aliada del Gobierno sirio, el 15 de febrero de este año, http://eaworldview.com/2016/02/syria-feature-hospitals-schools-close-northwest-russias-deadly-bombing/)